martes, 5 de mayo de 2009

EL NUEVO PLAN QUE EL VRAE NECESITA

Por Rosa María Venegas Mello

En nuevo plan de lucha contra el narco-terrorismo en el VRAE será la principal herramienta que los gobiernos regionales podrán usar para iniciar en esa amplia zona el correcto desarrollo social que esperan los pueblos de la sierra sur del país.

Se tiene conocimiento que la nueva estrategia girará en torno a tres pilares: Desarrollo, Control de los terroristas y Combate contra el narcotráfico. Aunque, la aplicación de estas estrategias está intrínsecamente ligada entre ellas, dejaré las dos últimas para que se pronuncien los especialistas. Me referiré exclusivamente al desarrollo social.

Hemos escrito mucho sobre el particular e incluso hemos viajado a la zona para conocer in situ la realidad de la población, que no es ajena a la experiencia de la sierra norteña, región que conozco muy bien. Es decir, la realidad casi siempre es la misma: Falta la presencia del Estado en todas sus formas.

Urge que el Estado se haga presente mediante diversas acciones que garanticen un adecuado desarrollo económico con justicia social. La ausencia de estos elementos implicaría facilitar el funesto accionar de la delincuencia subversiva, fusionada en este caso, con cárteles organizados del narcotráfico. La pobreza siempre será el caldo de cultivo del narcoterrorismo.

El desarrollo social debería incluir, no solamente la construcción de escuelas y centros de salud, sino la aplicación de adecuados programas de educación acorde con la realidad de la zona y proyectos de salud preventiva que incluyan los servicios básicos de agua y desagüe. Asimismo, propiciar la interconexión de los pueblos mediante la construcción de caminos y carreteras, principales indicadores del desarrollo económico local.

Tampoco se trata de erradicar sin medida alguna los cultivos ilegales de coca, principal sustento económico de miles de campesinos que no tienen otra alternativa que sembrar indiscriminadamente miles de hectáreas de cocales. En algún momento se habló de sembríos alternativos como café, palma aceitera y frutales, pero ninguno de estos proyectos podrá ser realidad si antes no hay un proyecto integral de desarrollo local y donde participe la propia comunidad. Aquí está el desafío de los gobiernos regionales.
Por el lado del gobierno central, está el reto de incentivar la inversión privada en la zona. La instalación de empresas y plantas agroindustriales en la región, propiciará lentamente la generación de nuevos y mayores puestos de trabajo, sustitución progresiva de cocales ilegales, combate frontal contra el narcotráfico, lucha contra la extrema pobreza, reducción del analfabetismo y caída de la morbimortalidad infantil.
Es decir, el desarrollo social debe estar por encima de cualquier estrategia de control de terroristas y combate contra el narcotráfico. Si bien la desarticulación y la captura de remanentes subversivos son tareas de la Fuerza Armada y Policía Nacional del Perú, no será tan efectivo como tener a la población en óptimas condiciones y preparadas para rechazar de plano cualquier accionar de la delincuencia terrorista.
De la misma manera, la fuente de financiamiento de los subversivos se verá cortada y por lo tanto, su accionar también será limitado. Sólo el desarrollo social es capaz de traer paz y armonía en las comunidades del VRAE y zonas similares atacadas por el mismo problema.
Parafraseando al poeta César Vallejo, "hermanos, hay mucho por hacer y construir".

Publicado el martes 5 de mayo de 2009.

¡LARGA VIDA AL DECANO!

Por Rosa María Venegas Mello

Han pasado 170 años, desde que el histórico sábado 4 de mayo de 1839, “El Comercio”, diario comercial, político y literario nació para constituirse en uno de los periódicos más importantes de América Latina en el siglo XXI.
Su slogan “comercial, político y literario” ha calado hondo en la sociedad peruana, que efectivamente, el suplemento “El Dominical” ha jugado un rol importante en la vida cultural de la nación, habiendo pasado por esa vieja redacción, ilustres hombres de prensa que iluminaron con su sabiduría la vida de las nuevas generaciones de periodistas, en las que me incluyo como comunicadora social.
Hablar del decano, es referirse a la historia misma del periodismo. Tal vez, muchas veces no estemos de acuerdo con la postura de sus editoriales, pero por sus 170 años que lleva adentro, merece resaltarse esta fecha. ¡Larga vida para el decano y otros medios de comunicación!
Este aniversario es un buen motivo para que los periodistas de cualquier redacción, tengamos un tiempo de reflexión acerca de lo que significa la comunicación social en el Perú de hoy. No pretendo dar clases de periodismo, simplemente llamó la atención de los hombres de prensa para rescatar y revalorizar esta noble profesión, tan venida a menos en los últimos años.
Urge volver a los principios elementales de informar con veracidad y desde los diversos ángulos. Si se trata de opinión, respetar las ideologías ajenas, tal vez ellos tengan su propia verdad. Rescatar lo bueno de las personas y también de las instituciones.
En el Congreso de la República no solamente hay noticias de “escándalo”, propicias para titulares de algunos medios, sino también, informaciones de vital importancia para el desarrollo social del país. Por ejemplo, la entrega de los primeros 75 millones de soles para iniciar el Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético del Alto Piura, es fundamental para el desarrollo de casi un millón de peruanos que viven en el departamento de Piura.
Igualmente, las necesidades que tiene el Cuerpo General de Bomberos Voluntarios del Perú para renovar su flota vehicular es otra noticia que interesa a todos, porque es la única institución social que goza del 97 por ciento de aceptación y es a la que recurrimos todos cuando estamos frente a una amenaza de incendio o muerte.
Los 170 años que cumple el decano o los aniversarios de los otros medios no deben pasar desapercibidos, ni terminar en una gran fiesta que por derecho corresponde, sino en un tiempo de reflexión para los periodistas y para todos aquellos involucrados con el cambio social.
Precisamente, Oscar Miró Quesada, el recordado RACSO, acuñó la frase que se hizo muy popular en las redacciones y facultades de comunicación social o ciencias de la comunicación: “El periodismo puede ser la más noble de las profesiones o el más vil de los oficios”. La respuesta deberá darla cada periodista que diariamente busca una noticia para informar a sus lectores, radioescuchas, televidentes o internautas.
El periodismo no sólo debe ser una pasión, sino también una gran responsabilidad social de quienes ejercen la profesión, dirigen los medios de comunicación o son los propietarios de los mismos.

Publicado el martes 5 de mayo de 2009.